Sabor a Isla: La Recompensa de Comer en Ons
Hay una regla no escrita que aprendes en cuanto pones un pie en la Isla de Ons: cada vista espectacular se paga con una cuesta. Después de pasar la mañana sudando en la subida al faro y sintiendo el vértigo salado en el Mirador de Fedorentos, mis piernas no pedían, sino que exigían, un descanso y una recompensa. Y en Ons, la recompensa tiene un sabor muy definido. Bajé de nuevo al muelle, a la pequeña aldea de O Curro, que es el corazón palpitante de la isla. Aquí, el aire cambia. El olor a pino y mar abierto de […]