Cuando una persona de la familia padece intolerancia a la lactosa hay que comprarle productos especiales, como leche entera sin lactosa, yogures sin lactosa etc. Por suerte, cada vez son más los productos lácteos que existen en el mercado con lactasa añadida para que no hagan daño a los intolerantes.

Pero cuando el intolerante es un niño, el problema es que a veces es complicado explicarle que puede beber leche de una botella, pero no de la que está al lado. Entonces surge la pregunta, ¿por qué no tomar toda la familia los productos sin lactosa y así evitar confusiones? ¿Puede afectar esto a otros niños de la familia?

Vamos a tratar de resolver las dudas más frecuentes, ya que toda la familia puede tomar leche sin lactosa y productos sin lactosa sin ningún tipo de problema. Una de las dudas que tienen muchos padres es si este tipo de productos tienen las mismas vitaminas que los “normales”, por eso dudan si dárselos a otros hijos.

Los productos sin lactosa no están “deslactosados” como dicen algunos, sino que simplemente se les añade lactasa, la enzima que los intolerantes dejan de producir. Es decir, la leche es exactamente la misma, pero al añadirle la lactasa, la lactosa se descompone en otros azúcares más fáciles de digerir. Por este motivo, la leche sin lactosa puede tener un sabor más dulce que la normal, pero sus cualidades son exactamente las mismas.

Con lo que hay que tener cuidado cuando alguien tiene intolerancia a la lactosa es con los productos que pueden llevar leche en su composición, como por ejemplo las galletas o la bollería. Todo aquello que lleva leche o derivados debe de desaparecer de la alacena y ser sustituido por aquellos que no los llevan o que tienen la etiqueta de sin lactosa.

Otra duda suele tener que ver con el hecho de que hay estudios que dicen que si se deja de consumir lactosa es más fácil acabar generando una intolerancia. Esto parece ser que podría ser cierto, por lo que un niño que no toma lactosa no necesitaría generar lactasa y podría acabar por no producirla. Quizás, lo más adecuado para evitar esto sería que el niño si tomara leche fuera de casa o que se le dieran productos lácteos al margen de lo que haya en el frigorífico para el consumo familiar.