Las arañas vasculares son esas venitas muy finas que se marcan bajo la piel en determinadas zonas del cuerpo. Los lugares más molestos para su aparición son las piernas y el rostro, ya que son zonas visibles. Se trata de pequeños vasos vasculares que se dilatan y se hacen visibles al estar situados a muy poca profundidad bajo la piel.

Son más frecuentes en las mujeres, ya que una de las razones por las que aparecen son las cargas de estrógenos, pero los hombres también pueden tenerlas debido a otras complicaciones como los problemas circulatorios. La herencia genética también tiene gran importancia a la hora de sufrir este problema.

Las venas visibles pueden ser de diferentes tonos, pero normalmente van desde el rojo oscuro hasta los colores violáceos. También pueden ser más o menos visibles en función de la intensidad y la dilatación que se sufra.

Para eliminar las arañas vasculares en el rostro es posible realizar un tratamiento cara en Vigo, siempre de la mano de un buen dermatólogo que aconseje el método a seguir y también lo supervise. Existen dos tratamientos que son los más utilizados por los pacientes que tienen este problema:

-Los tratamientos con láser. Se utiliza un tipo de luz pulsada muy segura y que es totalmente indolora. Pero como sucede con el láser utilizado a nivel estético para otros tratamientos, la piel debe de protegerse del sol tras las sesiones, por lo que es importante no realizarlas en verano.

El láser logra que los vasos sanguíneos se coagulen se reabsorban de manera natural por el cuerpo, por lo que desaparecen totalmente. Es un tratamiento muy seguro que no tiene prácticamente contraindicaciones y que, además, permite hacer la vida normal con tranquilidad.

Normalmente, son necesarias varias sesiones para lograr resultados y el dermatólogo especializado en tratamientos estéticos puede decirnos cuántas se estima que serán necesarias en el caso concreto de cada persona.

-La escleroterapia. Es el tratamiento más novedoso para combatir las varices y también puede ser utilizado en el caso de las arañas vasculares. Este tratamiento consiste en inyectar en el interior de los capilares afectados una sustancia especialmente formulada que hace que la vena cicatrice, lo que obliga a que la sangre deje de circular por ella.

Es un tratamiento gradual, cuyos resultados se ven al cabo de varias semanas y que necesita también de más de una sesión en la mayoría de los casos.