Trabajando en el parking del aeropuerto de Santiago de Compostela
Nunca imaginé que terminaría trabajando en un parking de aeropuerto, pero cuando vi la oferta para el Aeropuerto de Santiago de Compostela, decidí probar suerte. Estaba buscando un empleo estable, con turnos que pudiera compaginar con mis estudios, y me pareció una buena oportunidad. Lo que comenzó como algo temporal se ha convertido en una experiencia que valoro mucho, tanto por lo que he aprendido como por las personas que he conocido.
El primer día me sorprendió lo grande que era la instalación. No se trata solo de un aparcamiento donde la gente deja su coche y ya. Hay distintos tipos de zonas: parking de corta estancia, larga estancia, zonas reservadas, servicios VIP e incluso plazas para movilidad reducida. Mi trabajo abarca varias tareas, dependiendo del turno: desde atender a clientes en el punto de información o la cabina de control, hasta hacer rondas para comprobar que todo esté en orden.
Uno de los aspectos más importantes es la atención al cliente. Cada día nos enfrentamos a situaciones diferentes: viajeros con prisa que no encuentran su coche, familias que llegan tarde a su vuelo y se estresan, turistas que no hablan español… Aprendí rápidamente a mantener la calma, a dar indicaciones claras y a solucionar problemas con rapidez. También he desarrollado habilidades técnicas, como manejar los sistemas de entrada y salida automatizados, los terminales de pago y el control remoto de barreras.
A veces, cuando hago turnos nocturnos, el ambiente cambia por completo. Hay menos movimiento, pero más responsabilidad, porque cualquier incidencia recae directamente en el personal de guardia. Me ha tocado ayudar a arrancar coches con la batería descargada, colaborar con la Guardia Civil si hay un vehículo mal estacionado o simplemente dar apoyo a compañeros que trabajan en otras zonas del aeropuerto.
Lo que más me gusta es que, aunque no lo parezca, cada día es diferente. Siempre hay una historia nueva, un cliente curioso o una anécdota que contar. Además, hay un buen ambiente entre compañeros, y eso marca la diferencia en cualquier trabajo.
Trabajar en el parking Santiago de Compostela aeropuerto me ha enseñado mucho sobre organización, atención al público y trabajo en equipo. Y aunque quizá no sea mi destino final, lo valoro como una etapa que me ha hecho crecer, tanto profesional como personalmente.
Written by paco in Parkings