Nutrición personalizada para lograr tus objetivos de salud
¿Te has encontrado alguna vez en la cocina, perdido entre etiquetas, calorías y trucos de influencers cuyo superpoder parece ser vivir a base de semillas de chía y batidos verdes? Tranqui, eres de los nuestros. Si eres de los que llega al supermercado con la intención de comprar solo ‘alimentos saludables’ y sales con una bolsa llena de productos “light” pero con la sospecha de que algo no encaja, me atrevería a decir que necesitas un poco más de orientación. Aquí es donde el centro dietético Vilanova puede convertirse en tu nueva brújula culinaria, el Google Maps de tu nevera.
Aquí va una verdad a la cara: los planes de alimentación mágicos que pululan en las redes rara vez se adaptan a los ritmos circadianos y antojos particulares de los mortales de carne y hueso. Hay quienes juran por la avena a las 7 am y otros que, simplemente, prefieren un café salvador y rezar por sobrevivir hasta mediodía. ¿Y qué decir de los que intentan probar todas las dietas del mes? Primero keto, luego paleo, y allí está ese amigo que dice que el ayuno intermitente es lo que lo mantiene joven… aunque no haya envejecido ni un año desde que lo conoces. Lo cierto es que la ciencia respalda soluciones más realistas y menos dramáticas, y ahí es donde la apuesta ganadora es encontrar lo que realmente calza contigo. Ni más, ni menos.
En estos tiempos de apps de conteo de calorías, relojes inteligentes que nos regañan por no movernos y televisores que nos muestran recetas que parecen de laboratorio, no es raro sentirse como en un experimento. Sin embargo, ponerse en manos de buenos profesionales logra que los planes de alimentación sean tan únicos como el hueco de los calcetines favoritos. El centro dietético Vilanova ofrece justamente esa clase de asesoría que toma en cuenta factores como edad, estado de ánimo, genética, nivel de actividad y horarios laborales de infarto (sí, ese detalle importan mucho más de lo que parece). Vivir bajo el dogma de ‘una dieta para todos’ ha quedado tan obsoleto como los pantalones acampanados, por lo menos hasta que las tendencias cambien otra vez.
Hay quienes se lanzan de lleno al mundo saludable persiguiendo el famoso ‘operación bikini’ y quienes desean aprender a convivir con patologías crónicas sin renunciar al placer de una buena comida. En ambos casos, la clave está en trazar una estrategia, casi como si la despensa fuese un tablero de ajedrez y cada snack, una pieza fundamental. Por fortuna para quienes sufren con la dieta de pollo, arroz y brócoli —y sueñan todavía con una pizza que no sea territorio prohibido—, los nuevos enfoques nutren sin aburrir. Un buen dietista tiene el talento de encontrar ese equilibrio para transformar almuerzos y cenas en aliados de tu rutina, sin convertir la hora de comer en una batalla campal ni en un desfile de hojas verdes.
Cuando la conversación gira hacia salud digestiva, energía a media tarde o el malhumor post-postre, los consejos personalizados son oro puro. Hay quienes necesitan combatir la ansiedad entre comidas; otros piensan que eso de desayunar no va con ellos, pero viven alienados por el bombardeo de mensajes que aseguran que el desayuno es la comida más importante del día. Un dietista, de los de verdad, dedica tiempo en conocer estas peculiaridades para ayudarte a dejar atrás mitos y sentirte a gusto contigo mismo. A veces, la verdadera “transformación” ocurre cuando dejas de sentir culpa por comer tu plato favorito, porque sabes cómo hacerlo con cabeza.
En la jungla de etiquetas bio, eco, free from, y super alimentos de nombre impronunciable, el asesoramiento en el centro dietético Vilanova ayuda a ver el bosque más allá del árbol de moda. Olvídate del conteo compulsivo de macronutrientes y de teorías conspiranoicas sobre el gluten: aquí el objetivo es ajustarse a tus necesidades y no al revés. ¿Tienes metas deportivas?, ¿quieres darte un gustazo sin remordimientos ocasionales?, ¿buscas mejorar tus digestiones o, simplemente, aprender a comer para sentirte bien? No importa si eres de los que ama los domingos de brunch o prefieres las cenas ligeras, existe un camino tan auténtico como tú.
No suele haber atajos cuando se trata de salud, pero sin duda alguna las rutas personalizadas ofrecen un viaje mucho más ameno. Cometer errores y disfrutar de aciertos forman parte de esa aventura emocionante que es comer bien. Si la brújula se desorienta entre tantas tendencias y consejos de pasillo, puedes dejarte guiar por una mano experta, cercana y cargada de sentido del humor, porque la vida —y la comida— se disfrutan mejor cuando no son una cárcel sino un motivo más para sonreír frente al plato.
Written by paco in Dietistas