Cuando se confirmó que debía ponerme un implante no me lo tomé tan mal como era de esperar. Había oído hablar de otras personas cercanas que habían tenido que poner un implante y, por entonces, me parecía casi una tragedia y algo que no me podía pasar a mí. Pero pasa, sobre todo si no llevas un adecuado control de la salud bucodental. Aunque, por supuesto, hay otras causas para poner un implante.

De cualquier forma, en mi caso no fue algo accidental, sino una falta de revisión y cuidado. Cuando busqué dentistas implantes dentales Vilagarcia de arousa ya sabía a lo que exponía porque había notado cómo se me había caído un trocito de una muela. En un inicio pensé que se trataba de un empaste que se había soltado y lo dejé pasar, pero estaba equivocado. Aunque tal vez quise pensar que no sería tan grave, aunque internamente tenía esa sensación.

Una vez que se analizó la pieza, surgieron dudas sobre si se podría salvar parcialmente con una endodoncia o sería mejor solución quitarla y poner un implante. Y fue en ese momento cuando busqué dentistas implantes dentales Vilagarcía de Arousa para tener una opinión más contrastada. Y al contrario de lo que pensaba en un principio, yo quise optar por la opción menos conservadora. De hecho, uno de los dentistas me dijo que se podía probar con la endodoncia, aunque no había garantías de que fuera un éxito ya que la pieza “pendía de un hilo”, como se suele decir. 

Pensé entonces que, tarde o temprano, esa pieza iba a ser sustituida por un implante y mejor hacerlo ya y dejarse de remiendos. Porque eso sí, como me dijeron los tres dentistas que consulté, la pieza estaba muy deteriorada, de eso no había dudas: tan solo mirando la radiografía se podía ver claramente. Así es que me hicieron el presupuesto que nunca es nada agradable cuando se trata de un implante y comenzamos con el proceso que, debo decir, fue un éxito y menos engorroso de lo esperado, al menos cuando otras personas me hablaban del tema.