Se estima que el 5% de la población adulta padece ansiedad y depresión en España, de acuerdo con recientes sondeos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los síntomas y manifestaciones de este trastorno pueden variar en función del tipo de ansiedad sufrida, como reconocería cualquier Especialista en tratamiento de ansiedad Vigo.

La ansiedad leve, en primer lugar, es una clase de ansiedad relativamente común en la sociedad, producida por las complicaciones del trabajo, la dificultad para conciliar la vida familiar y profesional o el simple ajetreo del día a día.

Más grave es el trastorno de ansiedad generalizada, que se manifiesta en personas que experimentan un estado de alarma, nerviosismo, tensión muscular y somnolencia prolongadas. En particular, se considera que los afectados de este trastorno lo sufren durante alrededor de seis meses o más, razón por la que es una dolencia severa que debe tratarse con la mayor urgencia.

Por su parte, el trastorno de estrés postraumático se presenta en personas que han sufrido episodios trágicos o traumáticos en el pasado (accidentes mortales de tráfico, abuso físico, conflictos bélicos, etcétera). Dado que estas experiencias han dejado una herida abierta en su mente, el afectado suele mostrar una preocupación constante, sentimiento de soledad, tristeza o culpabilidad permanente, una irascibilidad fuera de lo común o la recurrencia de pesadillas.

Las fobias son miedos irracionales a ciertos objetos, eventos o personas que pueden desencadenar episodios de ansiedad severa. Aunque las personas fóbicas no suelen percibirse como afectadas de ansiedad, pero la sintomatología es asimilable: temor injustificado, preocupación constante, estado de alerta e intranquilidad diaria, etcétera.

El trastorno de pánico es otra de las manifestaciones más comunes de ansiedad. Los afectados sufren ataques de pánico con regularidad, incluso en ausencia del evento u objeto que motive dicho estado. Como sucede con otras alteraciones mentales, las personas con este problema tienden a somatizar el pánico y muestran sudores, escalofríos, molestias en el corazón o dolores en el pecho y otras partes del cuerpo.