Cuando se realiza una presentación de un nuevo producto de una empresa para los clientes más importantes, lo habitual es que se celebre a la vez un aperitivo. Normalmente, la realización de este tipo de eventos corre por parte de una empresa de realización de eventos, pero en casos de empresas modestas que necesiten ahorrar costes puede ser que la organice alguna persona de la empresa a la que se le haya encargado esta labor.

Si no se tienen demasiados conocimientos de organización de eventos lo mejor es apostar por ciertas cosas que sabemos que no fallan nunca y que suelen gustar a todo el mundo, sobre todo los productos típicos de la tierra. No hay por qué tirar de platos exóticos para ofrecer algo selecto y de buen gusto.

Lo primero que hay que hacer es una lista de la compra, para no olvidar nada importante. Se debe de incluir comprar jamon iberico, algunas variedades de queso curado y, al menos, un vino tinto y otro blanco de calidad. Para completar la mesa se pueden encargar algunas bandejas de canapés ya realizados en alguna tienda especializada. Todo esto no dará demasiado trabajo y resulta apropiado y elegante.

Si finalmente se encarga la realización del evento a un catering es conveniente que una sola persona se encargue de negociarlo para evitar malos entendidos y que se asegure de cuál va a ser exactamente el menú a servir y las calidades de cada plato. Incluso pueden quedar un día para una degustación y así asegurarse de que todo lo que se va a servir está a la altura de lo que la empresa pretende ofrecer.

En definitiva, se trata de cuidar los detalles y dar prevalencia a la sencillez, porque esto nunca pasa de moda. No se debe olvidar que la imagen de la empresa va a quedar reflejada en el evento de presentación y, por tanto, es muy importante cuidar todos los detalles. Por ejemplo, que haya suficiente comida o que las copas para el vino sean de cristal ya que nadie quiere beber un vino de buena calidad en un vaso de plástico.

También se deben de evitar los aperitivos de gran tamaño, mejor que quedan de un bocado o dos en la boca y en ningún caso se deben de poner aceitunas con hueso o ningún otro ingrediente que obligue a los invitados a librarse de desperdicios.