El azul esperado: mi escapada a las Cíes en abril
Llevo semanas con la mirada fija en el calendario, contando los días que faltan para abril. Este año, la primavera no solo traerá consigo días más largos y el florecer de la ciudad, sino también mi prometida huida a un paraíso cercano: las islas cíes abril. La idea nació una tarde de invierno, buscando un refugio de la rutina, un lugar donde el único sonido fuera el de las olas y el viento. Y allí, en las fotos, apareció ese arco de arena blanca y aguas turquesas que me cautivó al instante.
Ya tengo los billetes del barco y la autorización de la Xunta en mi correo, dos pasos que, he leído, son imprescindibles para acceder a este tesoro protegido. Ir en abril, me han dicho, es un pequeño secreto a voces. La explosión del turismo estival aún no ha llegado, lo que me permitirá, con suerte, sentir las islas como un lugar más íntimo y salvaje. Sé que el tiempo puede ser caprichoso; la maleta tendrá que ser versátil, con un chubasquero junto a las gafas de sol y el protector solar. No me importa, la posibilidad de ver el paisaje bañado por una luz suave de primavera, sin las aglomeraciones del verano, compensa cualquier riesgo de lluvia.
Mi plan es sencillo: caminar. Quiero perderme por los senderos que llevan a los faros, especialmente la ruta del Alto do Príncipe, de la que hablan maravillas por sus vistas panorámicas. Imagino el olor a sal y a pino, el sonido de las gaviotas sobrevolando los acantilados y la sensación de alcanzar el punto más alto para contemplar la inmensidad del Atlántico. Y por supuesto, está la playa de Rodas. Aunque el agua estará helada, digna del océano que la baña, no pienso renunciar a pasear descalzo por su orilla, considerada una de las más bellas del mundo.
He metido en la mochila una cantimplora y algo de comida. Me fascina la idea de que en las Cíes no haya papeleras, un recordatorio constante de que somos nosotros los responsables de preservar esa belleza. Será un ejercicio de desconexión y respeto. Abril, ven ya. Te espero con las botas de caminar listas y el alma dispuesta a llenarse del azul infinito de las Cíes.
Written by paco in Navieras