1. Acudir a un dermatólogo especialista en alopecia. Este siempre debe de ser el primer paso antes de decidir qué pasos dar para actuar contra la caída del cabello. El dermatólogo analizará nuestro caso, determinará si hay una caída que necesite ser tratada o si se trata de un proceso normal (a veces nos obsesionamos cuando es normal que el pelo caiga y se renueve). En caso de necesitar tomar medidas, nos dirá cuáles son nuestras opciones y nos aconsejará sobre el camino a seguir para actuar contra la alopecia.
  2. Cambiar tu forma de alimentarte. Algunas caídas de cabello no son graves, sino que se trata de algo temporal o están debidas a falta de vitaminas. En estos casos, cambiar la alimentación suele ser mucho más efectivo que tomar complementos, ya que el cambio es permanente. El dermatólogo puede ayudarte al detectar cuáles son las carencias que tienes y darte complementos para suplirlas mientras implementas cambios en tu alimentación que te ayuden a obtener mejores resultados en los siguientes análisis. En algunas ocasiones, estos cambios de alimentación pueden acompañarse de cambios de hábitos que perjudican al cabello, como la forma de lavarlo, secarlo o cepillarlo.
  3. Tintes para el cuero cabelludo. Cuando el problema no es tanto una calvicie como que el volumen de cabello no es suficiente y se ve el cuero cabelludo, algunas personas optan por teñirlo del color de su pelo. Este tipo de tinte puede ser temporal, usando un spray, aunque se corre el riesgo de manchar la ropa y hay que lavarse a diario la cabeza y volver a aplicarlo. La otra opción es un tatuaje permanente del cuero cabelludo, algo que suele ser más factible cuando la zona a tratar es pequeña pero que puede resultar un poco complicado si es amplia, sobre todo porque hay que afeitar la cabeza para poder realizarlo.
  4. Trasplantes de cabello. Seguramente, es la última de las opciones que se valoran porque suponen el paso por quirófano y un desembolso económico más o menos importante. No obstante, el precio de este tipo de intervenciones es mucho menor que hace unos años y los resultados son naturales y permanentes. Solo hay que tener en cuenta que, si la alopecia está comenzando, el cabello propio puede seguir cayendo y habrá que someterse a nuevas intervenciones con el paso del tiempo.