Todo lo que tenga que ver con la salud es cada vez más relevante para mí. A medida que voy cumpliendo años me doy cuenta de la importancia que tiene cuidarse. Cuando tienes 20 años piensas que puedes con todo, pero luego la edad no perdona. Con esto no quiero decir que haya que ponerse en plan tremendista, pero es ley de vida. Por suerte para mí, y toco madera, por el momento no he tenido ningún tema grave para preocuparse en exceso, pero, a pesar de ello, he decidido invertir en salud que, a la postre, es invertir en vida.

Un ejemplo de ello es la selección de clínica dental. Debo decir que en los años precedentes fui alternando varias clínicas porque no me sentía muy a gusto en ninguna de ellas. Influía el hecho de que se trataba de franquicias con muchos cambios de personal lo que provocaba que nunca supieras muy bien quién te iba a tratar. Por eso decidí buscar una nueva clínica más personalizada de cara a encontrar tratamientos de estética dental vigo.

Estaba muy interesada en un blanqueamiento dental, pero quería antes asegurarme de que lo iba a hacer en una clínica que se convirtiera en mi lugar de confianza. Es cierto que soy una mujer bastante exigente y las personas con las que trato lo notan rápido lo que a veces, parece que despierta cierta antipatía. Pero es mi forma de ser, además de que considero que cuando se paga por un servicio hay que exigir una atención a la altura del precio del mismo. Por otro lado, soy un cliente muy fiel si me siento cómoda y considero que el servicio es exquisito.

Y en esta nueva clínica me sentí muy a gusto desde el principio gracias a su fantástico elenco de profesionales. Tras una visita, profundicé en las diferentes fórmulas de tratamientos de estética dental, algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Porque si se trata de la salud, yo necesito sentirme cómoda y bien cuidada, sobre todo ahora que estamos tan inquietos con los temas de la salud.