No puedo quedarme embarazada

Ahora que tanto se habla de fomentar la natalidad y de animar a los jóvenes a tener hijos es el momento de recordar a aquellas parejas a las que no les faltan ni ánimos ni ganas, pero que no pueden tenerlos por diferentes causas. Algunas veces, por infertilidad de uno de los miembros, pero también porque tras haber esperado mucho tiempo para tener su primer hijo, el embarazo es mucho más complicado con una edad avanzada de la mujer.

Si se tiene claro que se desea un hijo propio y han fallado otros métodos de reproducción asistida todavía queda una opción, la Fecundación in vitro. Este proceso consiste en la extracción de los óvulos de la mujer en el momento en el que están listos para ser fecundados. En el laboratorio, se juntan con el esperma del padre para lograr que se forme un embrión. Una vez que se logran varios embriones se produce una selección genética de aquellos que tienen mas posibilidades de lograrse.

A la mujer se le implantan, por lo general, dos o tres de esos embriones ya que las posibilidades de éxito de cada uno de ellos no son excesivamente altas y lo normal es que varios se malogren. De hecho, ocurre con relativa frecuencia que ninguno de ellos consigue seguir adelante, por lo que hay que repetir el proceso varias veces hasta conseguir tener éxito.

También es cierto que puede suceder lo contrario y que sean varios de estos embriones los que consigan salir adelante. Cuando esto ocurre se produce un embarazo múltiple y los padres deben de valorar qué desean hacer, siempre con el asesoramiento de los médicos que los acompañan en todo el proceso.

Cuando la mujer no tiene óvulos fértiles se recurre a óvulos donados, lo que también ocurre cuando es el hombre el que no tiene un esperma que pueda ser válido para fecundar el óvulo. En estos casos, el hijo solo sería de uno de los padres desde el punto de vista del material genético.

Por supuesto, existe la posibilidad de adoptar, aunque se trata de un proceso complicado y caro que en muchas ocasiones echa para atrás a los padres, que prefieren recurrir a las técnicas in vitro por ser menos engorrosas desde el punto de vista burocrático y también porque permiten que la madre pueda vivir el proceso del embarazo, algo que puede ser psicológicamente muy importante.

Written by paco in Clínicas

Next Post

Madres después de los cuarenta, ¿moda o algo más?

Ahora que tanto se habla de fomentar la natalidad y de animar a los jóvenes a tener hijos es el momento de recordar a aquellas parejas a las que no les faltan ni ánimos ni ganas, pero que no pueden tenerlos por diferentes causas. Algunas veces, por infertilidad de uno de los miembros, pero también porque tras haber esperado mucho tiempo para tener su primer hijo, el embarazo es mucho más complicado con una edad avanzada de la mujer. Si se tiene claro que se desea un hijo propio y han fallado otros métodos de reproducción asistida todavía queda una […]

Continue Reading