Un bebé sano y fuerte

Durante el primer embarazo, Juan y Sofía se lo tomaron con calma, aunque no pudieron evitar sentir los nervios propios de convertirse en padres. Tomaron las precauciones habituales, siguieron los consejos de los médicos: respetaron todas las normas. Pero antes de llegar al tercer mes de embarazo, Sofía sufrió un aborto.

Tenían claro que era una posibilidad, siempre se habla de esa fecha (el tercer mes) como el límite en el que una situación así se puede producir. Pero no creyeron que les iba a tocar a ellos. De hecho, no tuvieron ningún problema en avisar a todos sus conocidos de que iban a ser padres. Y luego, claro, hubo que explicar la desagradable situación ante la avalancha de preguntas.

Por eso, cuando llegó el segundo embarazo todo fue diferente. Todo fue peor. Su relación con los médicos cambió. Buscaron consejo genetico para minimizar la incertidumbre. Hicieron diferentes pruebas para comprobar que todo iba correcto y que el feto se desarrollaba sano. No dijeron nada a nadie, solo a los familiares más cercanos. Juan y Sofía vivieron aquellos tres meses con angustia sin hablar de ello pero siendo conscientes ambos de que, probablemente, no soportarían perder otro bebé.

Juan estaba preocupado por Sofía, porque se daba cuenta de que él mismo, con su actitud sobreprotectora, no ayudaba a suavizar la situación. Una embarazada no está enferma, está embarazada, se repetía para sí mismo, copiando la frase favorita de una de las ginecólogas, pero no le servía de mucho. Y Sofía estaba pendiente de todo, de cada mínimo detalle. Hasta repitió una de las pruebas del  consejo genetico porque consideraba que la primera no se había hecho en términos correctos.

Cuando superaron el tercer mes de embarazo, los dos suspiraron, pero no por mucho tiempo. La sensación de incertidumbre sobre el embarazo continuó seis meses más. Los nervios se habían apoderado de ellos, y aunque el temor a un aborto se fue mitigando, seguían temiendo por la salud del bebé, sin tener ninguna razón para hacerlo. Por fin, Sofía dio a luz un bebé sano y fuerte según los médicos y los padres pudieron respirar… por poco tiempo eso sí, tocaba ser padres y ya sabemos que no hay un minuto de respiro.

Written by paco in Centro oncológico

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