La detección precoz del cancer de colon es fundamental para poder tener el máximo de posibilidades de curación. Este tipo de cáncer no suele dar síntomas en sus etapas más tempranas, lo que hace que para muchas personas pase desapercibido hasta que ya está avanzado.

Los antecedentes de cáncer de colon en la familia son uno de los motivos de riesgo de contraerlo. Por eso, cuando se tienen antecedentes y más de cincuenta años, se recomienda realizarse una colonoscopia una vez al año para asegurarse de que todo va bien. También hay que realizar esta prueba en el caso de que alguna vez se hayan encontrado pólipos en el colon.

La colonoscopia es una prueba que suele dar cierto miedo y cierto pudor, pero es mucho más sencilla de lo que parece. El paciente solo debe de seguir unas instrucciones en su dieta los días previos. Debe llevar a cabo una dieta blanda y un ayuno total que puede rondar las 24 o las 48 horas dependiendo del especialista. Durante este tiempo, se le pedirá al paciente que beba unos sobres que le ayudarán a eliminar todos los restos de heces que pueda haber en su intestino. De esta forma, al realizar la prueba podrán verse las paredes del colon de una forma mucho más clara.

La prueba se lleva a cabo con sedación. El paciente, al ser sedado, entra en un estado muy similar al sueño, por eso muchos dicen erróneamente que han sido anestesiados. Sin embargo, es algo mucho más sencillo y cuyo efecto dura nada más que el tiempo de la prueba. La prueba consiste en la introducción de un tubo con una cámara a través del ano. Con este tubo se recorre parte del colon pudiendo comprobar si hay algún problema en alguna zona.

Si aparece algún pólipo de pequeño tamaño es posible quitarlo al momento, aunque algunos médicos pueden decidir que prefieren extraerlo en una intervención posterior. Si ven que es necesario pueden extraer muestras de las paredes del colon para su estudio posterior. Durante la prueba se introduce aire en el intestino del paciente, por lo que, al acabar, puede sentirse hinchado o tener algunas molestias que siempre van a ser puntuales.

En pacientes jóvenes no se suele realizar la colonoscopia como primera prueba, sino un análisis de heces. Si en estas aparecieran restos de sangre o cualquier otra cosa que pudiera hacer saltar las alarmas, se procedería a la colonoscopia para realizar el diagnóstico.