Cuando viajas con tu hijo recién nacido llevas lo más valioso del mundo para ti en tu vehículo. Y quieres que todo el mundo lo sepa para que tengan un especial cuidado a la hora de aproximarse. Por eso, las pegatinas coche bebe en las que se advierte de la presencia del menor siguen teniendo mucho éxito. Y es que todos sentimos algo especial al verlas y nos mostramos un poco más atentos de lo normal.

Muchos papás que acaban de serlo ponen este tipo de pegatinas en sus coches porque es una forma de decirle a todo el mundo que acaban de tener a su bebé y de sentirse orgullosos proclamándolo a los cuatro vientos. Esto, en algunos casos, viene precedido de un cambio de coche, dejando atrás el deportivo de dos plazas que ha quedado en el concesionario para ser sustituido por un coche más familiar con espacio para la sillita del bebé y un buen maletero para el carro o la silla.

Un hijo cambia la vida y lógicamente cambia también el coche. Pero también cambia la actitud y ya no se trata de presumir de caballos o poner pegatinas simpáticas y ligonas, que también pueden tener su espacio. Ahora lo importante es poder decirle al mundo que ya ha llegado la siguiente generación y presumir del pequeño que irá tantas veces en el coche.

Para muchas marcas de productos infantiles estas pegatinas son el regalo promocional perfecto. Saben que el público al que se dirigen tiene niños y en su mayoría tendrán un vehículo. Por eso tienen grandes posibilidades de que si usan ese regalo en sus productos la gente acabe poniéndolo en sus coches y la propaganda sea vista por todos los que se crucen en su camino.

Fabricantes de papillas para bebés o incluso de sillitas para vehículos pueden incluir este tipo de obsequios con su compra logrando así aumentar las ventas ya que en un rango de precios similar la gente acaba decidiéndose entre un artículo u otro por los extras que puedan dar, entre los que figuran este tipo de regalos.

Incluso es posible comprar la pegatina de bebé a bordo sin que tenga ningún tipo de promoción, sino buscándola porque nos gusta y nos llama la atención, dándole a nuestro coche la mejor publicidad del mundo, la de ser el coche del padre o la madre de la criatura.