Por desgracia, la frase que da título a este artículo no es escuchada demasiado a menudo por aquellos que tienen una persona mayor a su cargo, especialmente si esta persona padece alguna enfermedad degenerativa, como puede ser el Alzheimer.
Muchas de las familias que se enfrentan a estas situaciones se sienten realmente solas y tiene que hacer verdaderos malabarismos para poder compaginar el cuidado de la persona mayor con sus vidas laborales y, en muchos casos, el cuidado de los hijos.
En esta difícil situación siempre tiene que haber algo que se sacrifica y generalmente, este algo es el tiempo que se dedica a uno mismo. El cuidador o los cuidadores acaban absorbidos totalmente por la espiral diaria de trabajo y de horarios para poder atender a toda la familia. Todo esto hace que aparezca el cansancio, los problemas en la pareja por carecer de tiempo para estar a solas e incluso la depresión.
Por eso, cuando alguien tiende una mano y dice eso de “Permíteme que te ayude”, no hay que dudar en tomarla. Y eso exactamente es lo que hacen los centros de día en Madrid. Estos centros se ocupan del cuidado de la persona mayor por un espacio de tiempo concreto, que puede ser el que el cuidador necesita para ir a trabajar, pero incluso algo más para que también disponga de un momento para ir al cine, para dar un paseo o para descansar.
En algunas personas, al plantearse esto, aparece un cierto sentimiento de culpa, pero es algo que se debería de descartar al momento. Solo hay que pensar en los siguientes puntos:
-La persona va a estar perfectamente atendida. En estos centros se les van a proporcionar todos los cuidados que requieren y, si están en uso de sus facultades, pueden participar en todo tipo de actividades y charlar con otras personas de su edad, lo que también necesitan ellos.
-No se trata de “aparcamientos para mayores”. En estos lugares no nos limitamos a dejar a la persona, sino que además de hacer vida social, tal como hemos dicho, también se les pueden realizar terapias por parte de especialistas para ayudarles en su enfermedad.
-Tú también necesitas de ti mismo. No es una cuestión de egoísmo, si no te cuidas a ti mismo y a tu relación de pareja puede aparecer la depresión y una persona con depresión no estará capacitada para cuidar de un mayor, por lo que al final flaco favor habrás hecho a la persona.